Uno
de los sucesos cinematográficos de 2014 llega a las salas de cada hogar. “Vestidode novia”,
ópera prima de Marilyn Solaya y ganadora del premio de la popularidad en la
pasada edición del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano
dela Habana, ya circula a través de memorias flash.
Sobre
los avatares de nacer en otro cuerpo va este filme que tiene como precedente el
documental “En el cuerpo
equivocado” de la propia realizadora. “Vestido de novia” abre las puertas
al tratamiento de la transexualidad desde el largometraje
cubano, tema que también ocupa la agenda de las organizaciones que le tienen
bajo su encargo. Aparece en un momento en el que se discute la protección
de los derechos y el reconocimiento a la identidad de género de este grupo, uno
de los más segregados desde el punto de vista social.
Sensibilizar
a quienes no conocen sobre el tema es su mayor reto aun cuando las expresiones
de identidad sexual y de género (transexualidad, transgénero,
travestismo) continúan bajo un denominador común en el imaginario social “ser
maricón”.
Para
lograrlo su directora se vale de un staff artístico cuyo desempeño le imprime
credibilidad al largometraje. Se destaca la actuación de Laura de la Uz quien encarna a Rosa
Elena, una mujer de aspecto maduro que deberá enfrentar su verdadera identidad
frente a Ernesto, interpretado por el actor Luis Alberto García. Con el apoyo de
Sissi, que de manera histriónica representa Isabel Santos, Rosa Elena enfrentará
momentos de su vida marcados por la violencia en su espectro más amplio.
Tomando como tapiz el año 1994, Solaya se vale de la crisis en el ámbito
político para reflejar también la polémica que el tema generaba en lo
individual y social.
Si
bien el aplauso del público reconoce en “Vestido de novia”
una obra con un profundo sentido humano hacia las personas que han nacido en el
cuerpo equivocado, algunas secuencias de la película no quedan del todo
esclarecidas.
El
pasado de la relación entre la protagonista y el padre, si bien puede ser
inferido, deja no pocas interrogantes cuyas respuestas no se encuentran en el
transcurso de la obra. Por otro lado el encarcelamiento de Sissi tampoco tiene
una explicación en la narrativa. En este último caso apelar al recurso de
la elipsis le resta comprensión a la idea que se quiere transmitir. El
título no siempre encuentra resortes con el discurso audiovisual. “Vestido de novia”
solo nos sugiere el cambio de identidad en un juego de palabras donde convergen
los géneros, pues la boda de Rosa Elena y Ernesto apenas tiene referentes
visuales.
No
obstante, asume con valentía llevar a la pantalla grande la historia de un
transexual para humanizar o sensiblizar, tal vez, a aquellos para los que aun
constituye una aberración humana estar atrapado en un cuerpo que no te
pertenece. De ahí que el equipo de realización haya concebido a una mujer para
que interpretara el personaje principal pues la representación masculina de
estos papeles continua satirizando la figura del transexual.
“Vestido de novia”
comienza el largo camino para llegar hasta el sitio más insólito. Lo hará de
mano en mano y a través de muchas voces que una vez la disfruten se harán eco
no solo del dolor y el sufrimiento que padecen las personas bajo esa condición.
Serán, también, emisoras de los actos simples en los que sin importar los
cuerpos existe el amor.
me parece muy acertado tu comentario, aunque aun no he visto la peli, lo que planteas se asemeja bastante a lo que he conversado con algunas personas que sí vieron ya la pelicula y con las cuales hemos comentado sobre la temática que la misma aborda y sobre el filme en sí.
ResponderEliminarTodavía no he podido verla en su totalidad, solo los primeros minutos, pero reconozco la problemática que aborda, espero que sea una película que abra el camino del entendimiento para aquellos que aún no comprenden la psicología de quienes nacen en cuerpos que no son suyos. Es momento de apoyar a todas estas personas, que al final, son seres humanos y pueden ser capaces de aportarle mucho a nuestras vidas.
ResponderEliminar